Herramientas para entrenar
a un abogado
En la actualidad existen
muchos abogados y abogadas, aunque no pueda cuantificarlos al detalle, la mayor
parte de ellos se desarrolla en la litigación tradicional y también en los
nuevos modelos de oralidad (procesos penal y laboral), esto se da en virtud de los
cambios legislativos de estos últimos tiempos, como son la vigencia progresiva
del nuevo Código Procesal Penal y la nueva Ley Procesal del Trabajo. Sin
aspaviento me atrevo a decir que son muchos letrados que se dedican a estas
actividades (litigación) y muestra de ello es la excesiva carga procesal que existe
en el Poder Judicial.
En ese sentido, siendo una de las labores más importantes de los abogados litigantes el redactar demandas, contestaciones, impugnaciones, escritos legales, entre otros documentos; resulta de imperiosa necesidad que se desarrolle un curso de redacción legal a razón de que puedan manejar con eficiencia tal actividad (mi experiencia profesional me permite afirmar que los abogados son los que más carecen de una correcta redacción). Así también, una finalidad adicional es buscar un espacio para la simulación de procesos judiciales, buscando la colaboración de magistrados que ya no se encuentran ejerciendo tal función por haberse jubilado, y, quienes pueden contribuir activamente con su vasta experiencia en dicha temática. Esto no existe a la fecha en el Perú por lo cual resulta innovativo hacerlo y contribuiría al crecimiento de los estudiantes de derecho. Persiguiendo con este fin que los participantes diseñen una estrategia para litigar en un caso concreto, investiguen hechos y documentos, estudien las fuentes legales que serían posibles de aplicación, redacten una demanda sencilla pero bien argumentada, puedan realizar contestaciones de demandas de forma estratégica, medios impugnatorios que ataquen la médula espinal de una sentencia que carece de motivación, para que finalmente puedan preparar un argumento técnico oral con capacidad escénica e histriónica, logrando ganar sus casos.
Los cursos talleres que se deben desarrollar y la cual pretendo aplicar de forma progresiva son intensos y con enteramiento práctico (vivenciales), en mi humilde opinión resulta insuficiente los conocimientos que brindan las universidades para que un abogado puede conseguir objetivos concretos en casos reales, prueba de ello es que cuando inician sus prácticas pre profesionales o se inician en el ámbito de la litigación son totalmente inseguros en las actividades que realizan. Por ello, mientras más tiempo se les brindan a los alumnos para practicar con la orientación de los facilitadores (entiéndase docentes), más notable es el desarrollo de las competencias descritas.
Para desarrollar las
habilidades descritas antes procuro tener paciencia, dar tiempo y espacio,
condiciones, materiales y muchas oportunidades de mejorar en cada uno de los
cursos ofrecidos. Recuerde que sólo la
práctica consistente, perseverante y bien orientada forma a un profesional o
deportista excelente “la práctica hace al maestro”, porque las habilidades y
competencias se desarrollan en la práctica, simulando un proceso como si
fuera el real. “Aprender haciendo” ya es una estrategia comprobada en la
educación superior actual y la cual he tenido la oportunidad de conocer en la maestría
de docencia universitaria que vengo realizando.
En los cursos procuro hacer un temática divertida y bien preparada, desde los objetivos que persigo, que son muy específicos (busco que los estudiantes aprendan ¿a planear un caso?, ¿a entrevistar clientes?, ¿a negociar?, ¿a preparar una demanda persuasiva?, ¿a preparar audiencias orales?, ¿a interrogar testigos?, ¿a liderar un juicio oral?). Aunado a ello, para que la simulación práctica sea lo más cercana a la realidad, los materiales del curso están disponibles con anticipación, para su análisis previo.
Finalmente, y no menos
importante: el curso se basa en la práctica de los alumnos y estudiantes con la
retroalimentación de los profesionales del derecho experto en materias específicas.
Tengo siempre enmarcado en mi formación que la única manera de ser un deportista
es entrenándose día a día sin doblegarse. La única forma de ser un buen abogado
es ensayando, día tras día sin desmayar, procurando activar todas sus habilidades,
con una tenaz disciplina investigativa, argumentación escrita y capacidad de
persuasión oral que diferencian a los mejores abogados de estos tiempos.
Autor: Freddy Sergio
Pillaca Huacles
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